Me voy a ir al pasto. Lo sé porque mientras escribo, tengo llamaradas de ideas que trato de retener. Y no sé si quiero ordenarlas, saldrá como saldrá. Mi obsesión por el orden deberá esperar esta vez.
Fue como un melange de sensaciones en un lapso bastante limitado. Pasé de estar mariconeando escuchando una canción de No te va a gustar mientras limpiaba la morada del Subcomandante Marcos, Don Durito de la Lacandona y Consuelo; a bailar y saltar por toda la habitación mientras pintaba escuchando Beck. Dios bendiga a este muchacho por su amplio espectro musical (también me hace llorar cual marrana; sí, la mulita llora) sólo escuchen la versión de Magnolia hecha por él. Pero esta vez, mientras i Tunes randomizaba le pegó a esa canción que tanto, tanto me gusta y que, obviamente trajo imágenes muy específicas a mi cabeza. Fue inevitable ver el arte de tapa y no recordarlo.
Dejo la pintura de lado y les cuento. Juicy Stuff. No, not even close.
Funes, 2004. Al final de la barra está el DJ, sigue siendo así. Pero en ese entonces yo trabajaba ahí y siempre jodía con la música. No es lo mismo trabajar soportando a gente beoda con música de calidad que escuchando DJ Deró, no?. La cuestión es que la buena música reinaba, y desde mucho antes de abrir las puertas al público.
Y yo estaba ahí, preparando las mesas, o ya durante el servicio poniendo música cuando me dejaban, que en realidad siempre me dejaban (tengo muy buen gusto musical, qué joder). Si mi memoria no me falla (Ja) un jueves me dejaron pasar música, no toda la noche, claramente. Pero un día de esos, quedó grabada la secuencia de husmear entre los discos, uno muchas veces ve algo pero no sabe bien por qué se nos quedan las imágenes tatuadas formando huella. Y aquí estaba esta mezcla fluo-fluo, fucsia y con luces de neón. Y parece que a la tapa del disco se le quedó grabada la secuencia de Funes. Yo detrás de la barra, cantando la canción en cuestión, con la gente llegando de a poco y buscando vaya a saber qué. Quizá esos papelitos con frases tales como “Lo único que puedo decirte es que me enamoré de vos en tiempo récord” o “Traducir la elevación particular de cada alteración de tu ceja es la génesis de mi anhelo mayor de esta hora” a-la-pi-pe-tuá, sí, todo un poeta había resultado ser aquel muchacho que tantas horas de sueño me quitó (pa-te-ti-co). Pero estaba con el Mr. Beck y Sexx Laws sonando en mi casa, y seis años atrás allá por ese bar lleno de música exquisita. Buenos momentos, buena música, buenos amigos que quedaron de esas noches llenas de lo que se les pueda ocurrir. Desde matar el tiempo llevando el Trivial Persuit, pasando por los sandwichitos de Gianni que solíamos hacer con Jesi; hasta los duetos alguna vez mencionados que hacía con Jó imitando a Ella y Louis.
Los melómanos estarían de acuerdo conmigo. Yo estoy de acuerdo conmigo así que eso me basta. De cualquier forma, los invito a desempolvar Midnite Vultures para los que lo tienen y para los que no, recomiendo fervientemente que lo consigan. Ya desde el primer tema te pone a bailar solo cual terrible zapato, pero zapato feliz.
Écoutez!!
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