mayo 17, 2009

Wohl einem jeden, der seine Orte der Dauer hat*

Con la nariz metida en un apunte odioso, se acerca sigilosa mi madre y me dice: "Murió Benedetti".
Se me paró el corazón, menos que a él, pero por tres, cuatro, cinco segundos, se me paró el corazón, como a él.
Me levanté reboleando los apuntes, lapiceras, resaltadores, el cuaderno donde resumía el texto, para comprobar esa nefasta noticia que me habían dado. Sabía que estaba en un estado crítico, leí un poema de él, como Saramago nos había pedido en su blog, a aquellos que lo leímos (leemos), y a aquellos que no también, supongo. Fui en busca de agua para tragar la noticia, pasé por el espejo y vi que tenía la cara repleta de lágrimas, silenciosas pero ahí, presentes, saltando de manera incontenible hacia el vacío, como una nena a la que le arrebataron su juguete.
Hace diez días exactamente me dijiste: ".. Además, sin Luz, ya nada debe tener mucho sentido..", esa frase hoy se me impuso, y recordé haberte dicho que a Cortázar con la Osita creía que le había sucedido algo parecido. Quiero creer que existen esos amores todavía, quiero creer que después de tantos años compartidos algo se pierde y deja de tener sentido continuar acá, de este lado. Bien romántica la idea, quizá la única que tenga, y me hago cargo y la sostengo. Creo que se puede morir de amor, tal vez ellos, que son de épocas anteriores lo pueden demostrar más que la generación actual. Ahora gracias si alguienes (sí, alguienes) permanecen más de diez años, es casi meritorio, y la verdad.. dadas las circunstancias actuales, es todo un mérito. Quiero creer que existe el hasta que la muerte nos separe, que te puede fallar el alma en todo si una Luz, una Osita, una Pilar, una Simone, se te van de la vida. Me aferro con uñas, dientes, pies y manos a la idea.
Ya sé que agarré la General Paz y terminé en el Camino Negro, pero volviendo.. Mario se nos fue, habrá visto la luz, a su Luz? Sólo me imagino que sí, no veo otra opción "A luz, mi mengana particular". No veo otra opción porque lo he leído. Todavía recuerdo entrando al cuarto de mi hermana mayor, la del medio, despacito y hurgando en su biblioteca, donde dos volúmenes me llamaban particularmente la atención, sí, los Inventarios. Que leía de a pedacitos, y copiaba frases que me maravillaban. "Qué triste es ver cerrarse la alegría sin previo aviso de un brutal portazo", me parecía de una fuerza intrínseca incomparable, de esas frases gráficas como la hostia madre. Todos alguna vez sentimos eso, un portazo en la napia que te deja sangrando el cuore por tiempo indefinido. Fue el tiempo en que yo estaba veleteando en la vida sin rumbo. Tiempo en que compartía entre mates y tarea de alemán un Credo y una Ausencia, allá por mis pagos de Haedo. Hasta dejar toda mi infancia en esa casa gemela con una gran mudanza. Y así despacito, fui adentrándome en el mundo de este uruguayo, hasta difinitivamente afanarle, porque se los afané (pero sin culpa porque a ella no le gusta tanto), los dos tomos a mi hermana, cortesía de la mélange de la mudanza, claro está.
Y así seguí, ratoneando entre las hojas un millar de veces. Hasta que un día: "usted es la respuesta que yo esperaba a una pregunta que nunca he formulado" cobró un sentido inextricable, andá a desenredar eso ahora. Y Mario, en esta etapa se hizo voz. No su voz recitando continuamente en el reproductor "Soneto kitsch.." o "Semántica práctica", aunque también. Esa otra voz profunda que me contaba que "el fulano sentó cabeza con la undécima mengana que dormita a su costado".
Y hoy. Hoy que se fue, y si me pongo quinielera digo que en un día diecisiete que es la desgracia. De cualquier manera, Mario dejó el más acá en un día nublado y frío. Y yo seguiré sosteniendo que se fue con Luz, porque soy cursi o utópica, sea cual fuere, me importa un bledo. Me importa que yo sigo escribiendo y secándome a manotazos las lágrimas, porque como dijo él: "Cómo voy a creer / que el mundo se quedó sin utopías [...] Si vos / mengana dulce / osada / eterna / si vos / sos mi utopía."

* Feliz aquel que tiene sus lugares de duración.
La Maga

1 comentario:

Ema dijo...

Asi de atragantada me quedo la noticia justo debajo de la nuez de Adan, pero la mia. Y creo que el corazon en stand by fue una constante entre toda la gente que supo descubrirlo. Podriamos decir que nos morimos un instante para que no estuviera tan solo en su ultimo viaje.
El unico consuelo que nos puede quedar a nosotros, que le perseguimos la genialidad con voraz admiracion, es que en algun tiempo, de mañanas o proximos futuros, se nos presente la muerte en persona, asi de helida y sombria, con la cara llena de verguenza, y confiese que se sabe de memoria toda su poesia y que viene a ofrecernos un mea culpa.

Hay gente que no deberia morirse nunca..

P/D: Maga, estoy seguro, de que nadie hubiera podido convencerlo, cuando descubrio el famoso tunel, de que no fuera hacia la Luz..