diciembre 18, 2008

Lío de sábanas.. y no solamente..

Se cepilla los dientes, se lava la cara y con una mano torpe, manotea una toalla y se seca. Movientos estereotipados en la madrugada, lociones, cremas, "No vaya a ser cosa que". Se mira al espejo, se dedica una mueca de desprecio, la misma que hace tantos años, la misma que se dedicó antes de tomarse cuarenta tranquilizantes con un café con leche, sin lograr su cometido. Se pregunta por ese reflejo vil, tan alejado de su infancia, esa infancia tan alejada de una mente carcomida por la indiferencia del mundo. Se pregunta cual será su posición en la cama, si es que estará durmiendo o estará acompañado por alguna fémina que conoció en aquel bar. Ese mismo que ella escuchaba a la distancia, de fondo, en una conversación telefónica. Se pregunta por la disposición de sus piernas, largas, infinitas, si pelearán entrelazadas contra una sábana, o con otro cuerpo cálido. Se pregunta por qué no será su piel la que roza esta noche, seguida de tantas otras. A lo lejos, una sirena suena desde que llegó de madrugada. Mucho tabaco, mucha risa, más anécdotas.
Él se erige, siempre, ante su pensamiento. Cuánto faltará para volver a ver esos dientes divorciados, esa boca fresca, boca de papaya madura. Qué dibujos estarán trazando sus manos, sobre el colchón. Si será el de su cuerpo, ahora semi-cubierto por una musculosa estirada, o el de la chica del bar.
Recuerda un afiche promocionando un ciclo de cine francés. El Teatro Colón, cubierto en su desnudez y en su curiosidad ante un beso tiernamente torpe y ansiado. Un convento que sonrojó a más de una monja ante tanto cariño. Un cigarrillo compartido. Lo sabe lejos, más de lo que imagina, y no precisamente por la geografía, aunque quizá también. Son las 3 de la mañana en Buenos Aires y la lluvia, que hace doce horas no cesa, se pregunta la razón por la cual estos dos cuerpos aún no se sumergen fusionados. Ella también se lo pregunta, acomodando sus almohadas. Y antes de apagar la luz, en ese nano segundo que antecede al click de la ficha, se pregunta cuándo el amor los hará a ellos.
La Maga

noviembre 12, 2008

"Y me apunto otra derrota..." No.. V de Victoria

Lo que puede traer consigo una canción. La escuchó al pasar, cuando volvía de trabajar. Le sonaba familiar pero... lo que puede hacer la memoria. Se le pegó el estribillo como chicle viejo. Algo había por debajo de esas palabras. Buscó en internet la canción, y allí apareció. La risa de su hermano camino al tatuador. Ella, maniaca, saltando y repitiendo esa canción como enarbolando la bandera del fracaso. Esa canción, molesta, "catchy", pedorra, porque lo es, pero hay cada basura que a uno se le pega (O me va a decir que nunca escuchó una pedorrada? Quiero ver quién tira la primera piedra así voy a darle la mano). La cuestión es que la tenemos a ella saltando por las calles hastiada del hastío. Hastiada de sentirse una reverenda imbécil ("El Reverendo O'Hara dijo que un solista como yo..."). Hastiada de andar regateando por una pizca de cariño (aay.. pobrecita...). La noche transcurrió serena, pero de la nada soltó una carcajada estrepitosa. Amplia, sincera, como riéndose de si misma, como de costumbre. El motivo de tal estruendo jocoso fue la rememoración de un episodio de hace ya unos cuantos años. Ella, cual agua a 100º en la escala de Celcius, bullía de ira, violenta como pocas veces, casi atraviesa una ventana con el puño. Esto había sido, recordó, porque el que por ese entonces era su pareja de ya un tiempo, le había dicho unos días antes que su celular no funcionaba. Ella ingenua, como siempre, le creyó. Pero unos días después, su yo paranoico hizo que lo llamara ocultando el número. Voilà! lo que le había dicho el muchacho faltaba a la verdad, atendió. Era claro que no quería hablar con ella (cuando dejaba aparecer el número no atendía). Enfurecida, dejó pasar unas horas y llamó a su morada. Y como no podía saber quien era, la atendió. Ella le preguntó que tenía pensado hacer esa noche, a lo que su pareja le contestó: "Todavía no sé que voy a hacer, si salgo con los chicos o qué, si no hago nada te aviso". La cólera de ésta mujer no entraba en los cánones históricos de la ferocidad. Cual Lady cortó amablemente, pero ni bien apretó el off del teléfono lo revoleó atinadamente contra una pared. Esta vez el enojo rozaba la violencia. Era el puto Plan Z, el último orejón del tercer tarro. Cegada, se fue a bañar, se vistió lo más femenina posible. Este ser solía pedirle que tratara de ser más femenina, a lo cual ella normalmente respondía con un golpe. Así partió ella para el hogar de su "algo". Tocó la ventana y al aparecer sólo le dijo "Abrime". Comenzó, en silencio, a buscar sus pertenencias. Él no entendía nada, y le decía "Pará" o "Qué te pasa?", "Vamos a hablar". El azar de vez en cuando nos tira una soga, y en este caso hizo que sonara el celular de él. Sonreía por dentro. "Mirá qué bueno! ahora te funciona", pronunció. Nada más. Y mientras, seguía recogiendo sus cosas. "Dame la musculosa" le dijo, él se negó. "Dejá, la busco yo". Él seguía diciéndole que hablen, le preguntaba qué le pasaba, y ella sólo decía: "La musculosa", y él se negaba. "Ok, metétela en el orto". Tomó las llaves, abrió la puerta, y se las tiró por la ventana. Bajó las escaleras y se detuvo. Pensó: "Quiero mi musculosa." Subió, tocó la ventana y la reclamó. Ya enculadísimo, se la dio. Se arrepintió ni bien golpeó el vidrio, pero era tarde. Igual sabía en el fondo que estaba bien. Y aunque tenía 700 musculosas iguales, no quería que alguno de sus yo algún día reclamara justo esa. Sabía que había perdido credibilidad, no era la primera vez, y no fue la última, pero no le interesaba explicarse. En si, haberlo hecho, le había generado algo parecido al placer. Sabía que a su pareja le importaba tres carajos. Pero ese día algo hizo un click, la "limitadita" se había cansado de amanecer en esa cama escuchando a Longobardi. Sabe que tiene cara de pelotuda, pero siempre le molestó terriblemente que se lo recuerden.
Cuantas carcajadas te puede traer una canción, no?
La Maga

octubre 16, 2008

Esta risa es mía..

Nekro a dit:
"He aquí que no todo es color de rosa durante la producción.
Suele haber errores humanos/técnicos, insultos, risas, nuevos insultos, situaciones incomprensibles.. y esto. A la categoría del video le pongo Pets & animals. Una razón ya la sabes Maga, y la otra es porque no hay una categoría que diga "bizarro"."

He aquí las cagadas a pedos de Sebastián "Derecha... derecha!". A él solo se le ocurre elegirme a mi, jodete querido. Perdón por los agudos, por las risas (estaba tentadísima), y por los primeros planos, que como ya habrán visto, no me favorecen en lo más mínimo. Ah, y por los malditos tics que tengo con la lengua.
Negrito, prometo que para "Running up..." me porto mejor... Ni yo me lo creo, no?
Eso si, no voy a cantar, porque sino, va a sonar tremendo... (qué chiste malo, por dios!)

P.D.: Siga votando.. y si le gusta más este que el otro, le enviaremos un dvd con los mejores momentos de "Editando por un sueño"

La Maga

octubre 05, 2008

Esta boca es mía..

Ni sombra de duda que lo es, y Nekro la pone in Motion..



Lo más divertido fue hacer el video (qué duda cabe). La edición es de Nekro, que contará más en su blog.
Ahora, la votación. Es el primer video de Sebastián como post-producer. El primero de esta "envergadura", Nekro dixit.
Mientras miraba el video (y más luego), cuéntenos..

A) Se sintió hipnotizado.
B) Experimentó repulsión.
C) Le generó una extraña atracción hacia flores inexistentes.
D) Le dieron ganas de comer un pancho con una coca.
E) Se le generó la imperiosa necesidad de volverse homosexual (válido para los hombres).
F) Llamó a la 0-800- de la DEA para avisar que hay un editor consumiendo hongos alucinógenos.

G) Sintió la necesidad de alcanzar esta letra con su pareja.
H) Fue a buscar medicación porque el final del video lo mareó.
I) Se fue a cocinar arroz con leche, pero sin querer casarse.
J) Fue a casarse, pero sin cocinar arroz con leche.
K) No se casó, ni cocinó arroz con leche pero le parece que este test es una bazofia.
L) Se dio cuenta que hay que renovar el matafuego porque mientras veía el video, hirvió la leche y algo se prendió fuego.
M) (de "Motion") Deje su mensaje personal en un comentario, y será respondido a la brevedad posible (o lo que lleva hacer este video.. o sea, un embarazo).

Para más información, número de matrícula, de teléfono, de calzado, talle de zunga, gustos personales y ajenos, actividades al aire libre o acondicionado, acondicionador de pelo que prefiere, tablatura de la canción y consejos del editor para darle a su arroz con leche un toque especial, haga click aquí ----------------------------------->
Cabernícolas

Disculpe las molestias o los derrames cerebrales ocasionados, estamos trabajando para brindarle un mejor servicio y una internación más confortable.

Calificado por la IPA: "Riesgoso para la salud mental y física"

Advertencias:
Si mira repetidas veces el video, se recomienda especial precaución si va a conducir vehículos o manejar maquinaria peligrosa (no diga que no fue puesto en pre-aviso, bueh.. "pre", post-aviso).
Si le genera poluciones nocturnas no se preocupe, ya ha sido testeado por el editor, es una reacción normal. (Para la próxima, tenga a bien procurarse una caja de Carilina® o género absorbente, para evitar futuras paspaduras y/o pruritos).
Si consume narcóticos antes de presionar Play, hágase cargo de las consecuencias.

La Maga (jugando a ser Liv Kristine)

septiembre 21, 2008

"La buena noticia sos vos.."

El Jueves 18 de Septiembre del corriente en el ND / Ateneo, tocó Lisandro Aristimuño. Unos videos del show (de este y otros), algunos míos, otros.. de vaya a saberse quién.. Intenté grabar "Para vestirte hoy" pero sólo logré grabar las luces, como una reverenda pelotuda para no molestar con la luz de la cámara a los demás.. al pedo (aparte encontré uno más de cerca, pero el sonido es pésimo).
Vale la pena ver los videos, no tanto por lo que se pueda ver, sino por las canciones, eso si, en el último se pueden ver las dos mujeres de la banda.

"Desde el mar no hay piedad... si vos no te mojas"




"No hay nombre, para este dolor.."



(Ah.. lo grabé para la mierda, je me excuse)

Aquí algunos otros de ellos (un refrito de lo que encontré), más una canción nueva que él alentó a documentar y subir en Youtube.


"Estaré besando tus días.."




Por nuestra ubicación (fila 4 al centro) se pudo ver todo bastante bien, más aún a su hermana percusionista. Mujer perfecta, bestia humana que no sólo le aportó la belleza de la percusión, sino que también hacía zapateo (o sea, dos de mis sueños frustrados), me parece que me hago lesbiana...

"Y si vos querés.. te voy a buscar.."




Después de verlo en vivo, no entiendo cómo estas canciones pueden ser creadas por este muchacho...

No podía faltar... "la buena noticia sos vos.. sos vos.."



(Me quedó un poquito movido el video, disculpe las molestias ocasionadas)
Espero lo hayan disfrutado, aunque dudo que lo hayan hecho más que yo.

En fin, conclusión... es medio mamoki (véase el diccionario josedamiano), él, no su música.

septiembre 01, 2008

Tengo razón, la culpa es de uno...

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor

con un solo pronóstico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha

creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

M.B.

agosto 31, 2008

Ausencias..

Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que dios se muere, se resbala,
saber que dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde.
Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

M.B.


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Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.

Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.

¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

J.L.B.

agosto 20, 2008

La última prosa

Cuántas veces te habré escuchado bajo un cielo lleno de acuarelas..

agosto 08, 2008

08-08-08 Mi mejor ángulo..

Voilà! Hace mucho no me sacan una foto tan íntima. Aquí me encuentran en la comodidad de mi estudio, como diría Gaspar en una viñeta de Rep, "Estoy mirando el infinito", o a mi inconsciente de cerca?
Mil gracias Jó!! Qué mano tenés, eh? Ahora me toca a mi hacer une petite sculpture.. (pero no en madera, temo seriamente de mi ataxia)
Para aquellos que todavía no conozcan a esta brillante mente del humor gráfico (y no sólo de éste), ahí arribita tienen el link sin escalas a su blog, sí, ese que dice "Jóse".
Salut! À les yeux!

julio 28, 2008

No sabe distinguir al amor de cualquier sentimiento..

Yo creo que le enseñaron así. Creo que no sabe muchas cosas, entre ellas, a distinguir sentimientos. Le dice iceberg. No creo que esté en absoluto equivocado. Es un iceberg. Quizá por eso nadie se enamoró de ella. Ella lo sabe bien. Lo dice, y no con orgullo. Quizá hasta con un tanto de melancolía y otro tanto de dolor superyoicamente ejecutado. El orgullo no está precisamente en ser un iceberg. El orgullo está en no dejarse ver tal y cual es, a todos los seres. Ella se pregunta para qué gastar energía en gente que no le importa. Acaso es necesario? Acaso uno debe andar ventilando su más profundo ser cual exhibicionista, a todos? No creo que quiera mostrarse exactamente como es. Muestra su parte odiosa. La soberbia y pedante. La que dice absolutamente todo, y no de la mejor manera. La que molesta, la irónica, la oscura, la que no mide demasiado el efecto de sus palabras.
Debería mostrar su otro yo? Ese que sale en la penumbra de una habitación, ese que se saca los anillos, los aros, el reloj, y por sobre todo, la armadura? Quizá si. No sabe la respuesta. Ya he dicho, creo que no sabe muchas cosas. Lo que sí sabe, es que prefiere que vean la punta del iceberg. El resplandor de la armadura, obsesivamente lustrada. Quizá así, cual tamiz, va midiendo quién es el que quiere clavarse la escafandra o los guantes de amianto. Quizá es, probablemente, por eso que nadie se enamoró de ella. Quizá nadie se enamoró porque es jodida como la hostia madre, o porque es fría como un iceberg. Yo sé que no. Pero esa es otra cuestión. A quién carajo le importa lo que yo piense. Acaso, importa si es un iceberg?
Tal vez, baje la marea, quizá entremos al mar por la parte más honda. Quizá se rompa el iceberg en mil pedazos, tal vez el calentamiento global lo termine derritiendo.

O, quién sabe, acaso aparezca un pingüino... o no.

junio 23, 2008

Realidades alternativas

(Écoutez!)
Cantaba alguien ni bien llegó, no recordaba ya quién. Un ambiente cómodo, con poca luz. Podría describirlo, sabía que contaba su memoria para hacerlo. Vio a Fred Astaire, y a una loca de piernas largas, que bailaba lo que nadie. “A les yeux”, como se debe, astringencia en la boca, demasiado alcohol, un merlot a tachar de la lista. Frío, hacía frío, mucho, pero afuera. Cambió al espirituoso, siempre la mejor opción para su paladar novato. Al natural, para sentir en su boca ese particular juego de sabores tan distintos y tan bien conjugados. Bailar es la opción cuando Ella y Louis cantan, o en su defecto imitarlos, mal, pero imitarlos y reírse, reírse por sobre todas las cosas. Quién no podría hacerlo cuando la luz es tan tenue, el vino es maravilloso y hay dos maestros cantando y logrando borrar todo lo que hay en tu mente. “Indeed”. Banda de sonido en la vida, creo que podría eternamente ser ésta. Acercarse, aun más, acariciarse, aun más profundo. Llegar a atravesar las capas, de ropa, de mecanismos de defensa, de caparazones. Sacarse la ropa de a poco, los anillos, los relojes, los aros, dejar la armadura un ratito, colgarla en el respaldo de la silla, no vaya a ser cosa que… Un cigarrillo, dos, tres…Sakamoto y Morelenbaum de fondo, quién podría cansarse de escucharlos? Lío de sábanas, de frazadas, de refugios, líos de la cabeza, de realidades, puf!, saber que la realidad real se encuentra afuera, tan cerca, tan del otro lado de esa ventana, de esa persiana, de esa cama que se desarmó varias veces. Mecanismos que hacen encriptarse en un aroma a piel, en vez de escuchar halagos, siempre tan difícil recibirlos, siempre desacordar con las percepciones ajenas. El cuore en la mano, dos miradas sobre lo mismo, guardalo un ratito, tenerlo mucho afuera hace mal. A veces, en ese afán de huir de la realidad tal y como el mundo la ve, es mejor optar por las alternativas y quedarse enfundado hasta los ojos, una mano torpe, un vestigio de sueño, palabras que no son de este idioma. El famoso dialecto onírico, seguí hablando lo que se empieza a formar en tu inconsciente mientras resbalás al sueño. Mañanas nubladas que no hacen más que favorecer a quedarse guardado. Sigue el frío en este piso, sigue Caetano con bifes a la plancha y pepinos salados, o una opción menos rayuelesca, un desayuno con huevos revueltos, jugos de naranja y pomelo, palta… si, si… palta, café, mate, dulce de leche, chocolate ¿por qué no? Más Ella y Louis, más de todo, más caricias, más besos, más abrazos, más armaduras. Más Portishead en vivo, súper sensual, y la piel.. la piel que es lo que al fin y al cabo comanda todo, bueno no todo, la piel combinada con otra piel, la mental.. Y llega el frío, el frío de afuera, el de verdad, el que te mete un cross de derecha, el super yo del informe meteorológico, el que también atraviesa todas las capas, pero sólo las de la ropa...

junio 03, 2008

Claro que si... me acordé...

Una luz divina me iluminó y me acordé, esas cosas que suceden mientras me cepillo los dientes..
Había títeres.. reacción tardía, pero...
Lo encontré..

mayo 11, 2008

Enemigo íntimo...

Suelen sucedernos, de vez en cuando, situaciones que a uno lo dejan un tanto pasmado, otro tanto reflexivo y una pizca de introspectivo.
Sucedió uno de estos días dónde, en la hora pico, una línea de personas se junta para sacar el boleto en la estación. Como de costumbre cuando esto sucede, suelo tener a mano monedas para sacar el boleto en la máquina, proceso un poquitín más rápido a no ser por las regulares fallas de la máquina expendedora de boletos. Pero heme aquí, con las monedas, para sortear al inútil del señor que emite los boletos, inútil por su inoperancia y por su lentitud. Que en estos casos, el que conoce sobre procesos de transporte masivo, un mínimo error o mal movimiento puede hacer que pierdas ese bendito Miserere que todos adoramos a las ocho treinta de la mañana. Esta vez, el señor boletero estaba de paro, o se había quedado tomando un rico mate con bizcochitos, así que, a la mierda mi teoría, una cola del averno. A mi lado un señor que me dio la sensación de locura, pero no el loco que grita o habla incoherencias (para los demás), un tipo con La Nación en la mano, unas chapas amarillo gato, como si tuviera un bisoñé, y dientes que parecían profanados de la tumba de Maquiavelo. A su lado un pibe de esos que se ven mucho ahora, gorrita, piercing en la boca, pantalones anchos, y fumando. Lo cual me produjo unas grandes ganas de fumar. Siguiendo mis deseos, encendí un cigarrillo. Yo, semi-dormida, abstraída lo más posible, con mis auriculares puestos, escuchando una guitarrita que lo único que me inspiraba era paz. De repente escucho que dicen algo y caigo al mundo otra vez, lamentablemente. "Yo te cuido el lugar, y te vas a fumar más allá" decía la voz. Escuché que lo repetían detrás mío, y vaya a saber por qué hostias me hice cargo. La cuestión es que miro para atrás, y he aquí que el enviado del anticristo me estaba hablando a mi. Yo, que a esa hora estaba refunfuñando porque me faltaba terminar de leer "el pobre" de Simmel para Sociológicos, que mi excelentísimo profesor, suele dar diez mil puntas para asociar y yo ni iba a cazar un fútbol, yo, que estaba pensando en tantas cosas y en nada a la vez. El señor nuevamente con sus dientes maquiavélicos me dice que me aleje, que el cigarrillo le molestaba, y otras frases que mi memoria no supo, ni quiso, retener. Lo miré y me alejé lo más posible, no de la cola, pero si de él. Procuré alejar el cigarrillo y ver cómo soplaba el viento, para que al señor en cuestión no le moleste mi humo. Iba para adelante el viento, o sea, al señor no llegaba una gota de humo. Pero igual, a medida que avanzábamos, el señor se quedaba en el mismo lugar, supongo que en señal de protesta y tosiendo. Mientras la gente se bifurcaba para diseminarse en las distintas máquinas, yo me alejaba más del señor, por las dudas que mi presencia y mi cigarrillo le fueran a provocar un enfisema pulmonar. La puta última moneda resbaló de regreso, y yo tuve que buscar otra. Puteé hasta en sánscrito, corrí hasta el tren que ya estaba en la estación, y a un metro de distancia, las puertas se cerraron haciéndome un delicado, pero certero, corte de mangas. Me senté despatarrada, y empecé a leer a Weber. No sea cosa que quiera opinar en clase y mi querido profesor me calle la boca, como la última vez que me dejó la plusvalía picando, con ganas de mandarlo a la mismísima mierda (justo a mi? que JAMÁS hablo en clase...) y colorada como la dudosa sangre que corre por mis venas. Con la guitarrita aun sonando, veo que el hombre en cuestión (el macabro, no el macabro de mi profesor) pasa frente a mi varias veces, perecía que hablaba, pero no sé si me estaba hablando a mi. El momento culmine, llegó cuando la reencarnación de Hades se paró frente a mi. Lo miré, y me saqué un auricular para ver qué decía. Me preguntó si había terminado de fumar, a lo que respondí afirmativamente. Y luego me dijo que por poco no le fumaba encima, a lo que me limité a mirarlo, mientras pensaba que si "por poco no" le fumaba encima, es porque de hecho no lo había hecho, cuestiones de gramática que evité, ya que estaba esperando que sacara un cuchillo y se despachara felizmente con su desahogo. Pero no sucedió así , como esta entrada lo demuestra.
El señor seguía balbuceando, y yo seguía mirándolo sin pronunciar vocablo, ya que dadas las disposiciones espaciales y meteorológicas, el humo que le molestaba tanto provenía del muchacho que se encontraba detrás suyo. El viento, que iba para "adelante" o sea, hacia el este, no podía más que transportar el monóxido del cigarrillo de la persona detrás suyo, por razones de estricta y pulimentada lógica, viva Comté, carajo. El señor me preguntó cómo yo podía ser así, pregunta que luego de veintisiete años y trece de análisis ni yo he logrado responder, y quién me había educado. Por último afirmó que yo era una mal educada y que a mi me había educado... el enemigo. El señor se fue sin escuchar lo que respondí, que obviamente era, que acordaba plenamente.
La Maga

abril 12, 2008

Troisième fois...

Me lo contó mientras pedíamos un café en el bar de la esquina del trabajo. Reía, no a carcajadas, más bien con esas muecas que denotan cierto distanciamiento, cierto desinterés. La tercera es la vencida, me contó que pensó.
Bajó del subte. Una música acompañaba sus movimientos, una música que marcó una etapa, que marcó un placard en su antigua morada. Prendió un cigarrillo, quizá el último del día. Pasó por un kiosco, compró un par de cosas y preguntó por una calle. Cruzó Cabildo mirando cuidadosamente, ya era de noche y había guardado sus gafas. Hacía calor, últimos días de calor, su perfume ascendía e inundaba su olfato.
La había visto el día anterior salir del trabajo, dejando una estela de perfume, muy particular, muy de ella. Le dije que la pase bien, que disfrute.
La tercera es la vencida, seguía pensando. Cruzó Cuba y un mensaje sonó en su celular "Cuándo llegas?". Contestó mientras doblaba la esquina, "Bajá a abrirme". Intentó guardar el apunte en la mochila, pero no podía, tenía todo revuelto, campera, apuntes, el cuaderno de la facultad, el kit de viaje ¿a dónde?, un tupper con su comida obsesivamente elegida. Tocó el timbre y una voz nasal contestó "ahí bajo", sonrió. Esa voz le traía recuerdos de una foto sacada en una fiesta espantosa presentando el Mini Cooper, del Carolina Hererra 212, de una cama compartida con amigos que nadie le creía que no terminara en Menàge-a-trois. Yo si le creía, más allá de lo que los demás creyeran, percibía algo en ella por fuera de lo chabacano del momento. Recuerdos de una borrachera pseudo-infiel, un fetiche de pies esmaltados con rojo. Pero no le traía recuerdos de la segunda vez, mucho menos de la primera. La tercera es la vencida, y había pocas dudas que lo era. Pero se dejó embriagar. Se obligó a no pensar, a no dejar que nada irrumpiera en su pensamiento, aunque bien se sabe que irrumpió más que muchas veces. Quizá nuestro ahínco la alentó a aventurarse para que despejara su cabeza.
Se saludaron desapegadamente, con un diálogo que dejaba entrever el poco interés, dos palmeras a kilómetros de distancia que sólo coincidían en el viento que las movía. Ella eligió una película que ya había visto y le garantizaba dos horas de risa. Comieron en la cama. Dos palmeras, una película española, un título lúdico. Sentía que no debía estar ahí. Sabía que no debía estar allí. Pero quiso probarse que tenía razón. Fiasco, es una palabra enormemente pequeña. Solo recuerda estar despierta a las 3 de la mañana repitiendo "la tercera es la vencida" y ya no quedaban sombras de duda en esto. Durmió mal, se levantó con ansias de huir. Se despidieron en una esquina como dos amigas que mucho tienen por ocultar. "Te llevo?" "No, gracias, mejor camino" le contestó al tiempo que tapaba sus oídos con música y soltaba su cabellera para que se secara. Se pasó las manos por la cara. Acomodó su mochila y cruzó Cabildo cuidadosamente. Mientras se confundía con la gente lista para ir a trabajar pensó lo que me dijo más tarde con un café de por medio: "Troisième fois... c'est le dernier fois".
La Maga

marzo 19, 2008

Crónica de una mirada..


Llueve a gritos. O por lo menos hasta hace un rato gritaba. Volvía del trabajo en el tren y terminé un capítulo de un libro, lo cerré, estaba llegando a Liniers y miré por la ventana. El cielo estaba gris y a lo lejos por las vías se iban recortando las siluetas de los galpones abandonados. Alguna que otra luz en alguna ventana, muy Polanski en "El cuchillo bajo el agua". Siempre me genera un nudo en el estómago pasar por ahí y ver la cuasi oscuridad plena. Algo parecido sentí en el subte. En todos los medios de transporte que tomé en estos días, había gente que me hacía pensar lo grotesco que puede ser un escenario tan común. No por la persona en sí a la cual se dirige la mirada, sino por la gente que posa su mirada en esas personas. Dos días seguidos. Dos travestis. Uno en el tren, otro en el subte. Ambos se pararon al lado mío. Dio la casualidad que ambas veces en alguna dirección opuesta a mi había un hombre. Uno, un señor mayor, entre perdido y con cara de "La juventud se pierde", que no podía parar de mirar a esta mujer, para mi por lo menos es mujer. No podía sacarle los ojos de encima. Estos destilaban cierto dejo de asco, sentía que se iba a parar en cualquier momento y le iba a decir algo. Miraba todos los detalles. El señor se daba cuenta que yo estaba mirando que miraba. No me llama la atención un travesti. Por ahí me fijo cuanto pudo lograr su transformación y me pregunto si serán felices en un cuerpo que parece no pertenecerles demasiado, o si, quién carajo soy yo para hacer tal comentario. La cuestión es que esta primera mujer había logrado bastante bien el resultado. Yo solo la sentí al lado mío. Pollera blanca, remera, tacos. Por lo único que reconocí que no era una mujer "XX" fue por el tamaño de sus manos que se posaron cerca de las mías. No podía disimularse mucho el vello creciendo, y, probablemente depilado dolorosamente. Pero más que eso, no podía dejar de mirar al hombre frente a mí. Este señor alternaba su mirada entre la mujer y yo, que tal vez lo estaba mirado bastante mal ante su mirada de desprecio. Al fin de cuentas, hice algo parecido a lo que estaba haciendo él. No sé como habrá terminado la secuencia, me fui a otro vagón antes que bajaran. En el subte sucedió algo similar, solo que esta mujer conservaba aún, varios rasgos masculinos, entre ellos, la sombra de las 8 de la noche. No vi mucho la vestimenta, otra vez si, las manos, esta vez con terribles uñas largas perfectamente pulidas y arregladas. Frente a mi, un señor, alrededor de los cincuenta que no paraba de mirarla. Esta vez, la mirada era como de desconcierto. Al lado del señor una nena de veinte años que no paraba de ladear una sonrisita pelotuda que me violentó bastante. Pero no dí mucha importancia. Cada vez que algo así sucede, mi cabeza comienza a escupir frases que luego se traducen en esta pequeña crónica mal redactada de un viaje en tren, o en subte. Es increíble lo prolífico que se convierte un medio de transporte masivo. Es increíble que siga lloviendo. Es injusto que siga lloviendo y que todo esto que tengo para contarte lo tenga que hacer por este medio, y no tirada al lado tuyo en el futón, mirando el techo y fumando el único cigarrillo del día que esperé ansiosamente para compartir con vos, arbolito.
La Maga

Palabra encontrada: Inveterado: (Del lat. inveterātus). 1. adj. Antiguo, arraigado.

febrero 19, 2008

Черный и оранжевый...

Es necesario hacerlo. Era necesario estar allí a esa hora. Mirando ese cuadro. Maldito Mark. Desde las entrañas me sacas sentimientos indescriptibles. Si, él me produce lo mismo. Un estado de paz que no sé de donde proviene. Un estado de emoción pura, convulsiva. Una nostalgia del pasado, y del presente, cuando no está. Ha llegado a necesitarlo. Mucho más que a cualquier otra cosa en su vida, y esto la aterrorizaba
Se quedó quieta, dejando que las ráfagas de colores penetren como pequeños puntos luminosos de manera fragmentada por sus pequeñas pupilas. Era místico, aunque detestaba esa palabra. Era de una profundidad, y simpleza a la vez, eran ráfagas de ternura y violencia dormida. Durante largo rato, y cambiando de poses, ladeando su cabeza para un lado y para el otro, estirando una pierna, y luego la otra, se dejó invadir. .A lo lejos sentía que alguien había puesto música. Una música que ya le era familiar, eso la tranquilizaba aún más. Acordes alguna vez bailados bien juntos, rozandose las pieles, los huesos, las partículas mas microscópicas. A ese nivel llegaba su fusión. Ciertos pensamientos comenzaron a fluir en su mente desordenada. Recuerdos, extractos de poesías, 'Tardes que fueron nicho de tu imagen, músicas en que siempre me aguardabas, palabras de aquel tiempo.. '. La primera película en La Lugones. Su primer beso, mezcla de ansiedad, formalidad y torpeza. La primera caricia como un tifón eléctrico, que aun recuerda, que aun siente. El primer cigarrillo compartido tirados en una cama, que olía a mordiscos y rasguños amables, a perfumes conocidos, y a sueños que ellos no durmieron. La primera noche abrazados escuchando cómo la lluvia caía empapada y se mezclaba con Fitzgerald y el canto desafinado de ella. El primer sueño que pudieron conciliar sin esfuerzo. El primer baño de inmersión que ella le preparó para alejarlo de malos humores y malos días. La primera vez que compartieron la higiene bucal uno al lado del otro, que terminó en guerra de dentífrico y amarras con hilo dental. La primera canción que él le cantó en el sillón mientras ella lo miraba estúpidamente absorta. Un viaje a un recóndito lugar de su patria que les recordaba el trayecto Paris-Marsella. El primer llanto, el de ella. El primer enojo, el de él. El primer cumpleaños, el de ambos. Las primeras dedicatorias escritas en libros cautelosamente elegidos. Los primeros celos, sin sentido y tiernamente expresados. Las primeras frutillas que él le dio de comer en la boca mientras ella lo abrazaba con sus piernas. Los primeros papelitos amarillos que se pegan en una agenda o en una heladera. Los primeros.. esos.. estos.. abrazos por la espalda. Sintió el peso de su cabeza apoyada en su hombro. Y su perfume que la invadía, trayéndola de vuelta a la realidad, esa realidad en la que se sentía tan cómoda y feliz como en sus viajes mentales.
- Te encanta, no?- Le pregunto dándole un beso en la mejilla que invitaba a más.
- Lo odiás, no? Si no te gusta me lo llevo. No tiene nada que ver con la decoración que te gusta a vos, ya lo sé. Es solo que...
- Es solo, que qué...?
- Es solo que me transmite lo que me transmitís vos. Deja me lo llevo.
- Llegó la comida china.
- Pero iba a cocinarte yo.
- Ya sé, pero te quedaste paradita ahí muy concentrada.
- Y?.- Le preguntó, volviéndose a sus pequeños ojos profundos.-
- Y nada. Vamos a comer.
- Traje algo para el postre.- Dijo sonriendo pícaramente.-
- Qué trajiste? - Preguntó él, tomándola de la mano y arrastrándola a la cocina.-
- No te voy a decir.. no tiene gracia..-
- Y esto? Tiene gracia?...
Le dijo al tiempo que la tomaba por la cintura y hundía sus alargados dedos para propinarle una sesión de cosquillas que hizo que ella gritara cual mezzosoprano. El juego terminó con ambos rodando en el piso, escupiendo carcajadas como burbujas de detergente, olvidando por completo la comida china, y pasando directamente al postre que ella había traído para él.

La Maga

febrero 13, 2008

Tenemos proyectos que se marchitaron...

Hoy era el día. En unas horas iba a tomar un avión con rumbo a París. Cómo son las cosas, no? Proyectos que uno tiene que en un abrir y cerrar de ojos cambian de un plumazo. Hace un año atrás jamás hubiera dicho que para esta fecha tendría pensado volar a la ciudad que abrigó por tanto tiempo a Julio. Mi Julio, y el de tantos otros. Algo pasó, muchísima gente me ha dicho que si me iba no volvía más. Que tal vez, de alguna manera yo pertenecía a ese lugar más que a este. En algún momento he llegado a pensar lo mismo. El año que pasó ha sido ajetreado, desde todos los flancos por los cuales la vida se puede analizar. He llegado a pensar que mi vida no estaba aquí, sino siempre en otra parte. Que no pertenecía a esta ciudad, que la ciudad y su gente no me pertenecía, o que yo no podía pertenecer a ninguna ciudad. He pasado por varios estados, varios extremos que no siempre son opuestos o complementarios, varios insomnios, varios ensueños. Quizá, en mi afán de búsqueda, esta búsqueda propia de vaya a saber qué cosa, si identidad, si fin o medio, si motivo o camino a seguir, si la razón de la existencia misma o la misión para cada uno. Pura mierda. Existencialismo. Psicologismo. En esta excursión a la muerte que es la vida (puedo imaginar que allá lejos quizá creas en mi credo antes de dormirte o te cruces conmigo en los pasillos del sueño, no, Santomé?) a veces uno encuentra ciertas respuestas que lo reconcilian con el mundo. O por lo menos con el propio. 13 de Febrero. Hace doce años atrás por esta fecha, más o menos, le pedía a mi papá que no se muriera, escribiéndoselo con la mano en la manta que lo cubría en el hospital. Le pedía que no me abandonase, que no me dejase sola. Porque de alguna extraña manera, él fue el que me enseñó a hablar este idioma que tanto me cuesta descifrar, en el cual tanto me cuesta hacerme entender. Febrero, qué mes de mierda para desaparecer. Qué mes crítico. Hay pocas cosas que me puedo responder ahora. Sigo en la lucha por encontrarle sentido al todo, al ser, a la nada, a la muerte. Al Fin. Si me inventé una identidad, fue porque no encontré un lugar donde aquella pequeña Mariana cupiera. Si me inventé a mi misma, o si tomé una identidad prestada como la de La Maga, fue porque a veces uno nace en círculos donde no se puede Ser. Diría alguien a quien adoro, no soy buena explicando mis explicaciones, creo que esta es la única manera que tengo. Solo sé que siendo La Maga, soy más yo que la Mariana que fui alguna vez. En "Las intermitencias de la muerte" Saramago dice que la metamorfosis se trata de algo que ha nacido de la muerte de otra cosa. Tal vez La Maga ha nacido de la muerte de Mariana tal y como era, allá a lo lejos, por el año ochenta y algo. No sé que será de ahora en adelante. Quizá algún día me vaya y me quede en algún recóndito lugar donde Horacio y el Club pasaban sus horas. Pero aquí la diferencia. No creo que al irme, me encuentre.

febrero 11, 2008

Fantasmas en plena madrugada...

Una tras otra, viejas canciones, antiguos versos. Había llegado hacía poco de Filomena, poca gente. Casi nadie en comparación con el día anterior. Hacía mucho que no trabajaba dieciseis horas seguidas. En la cabeza tenía aire... o gofio, vaya uno a saber. No entendía nada, la manía de los días pasados con sus catorce horas de trabajo se había esfumado. Uno de esos días, en el viaje de trabajo a trabajo, me llamó la blonda. Una sensación de ternura infinita me invadió cuando me dijo así, al pasar "Te podré ver en algún momento? Te podrás hacer un lugar en la agenda? Digo, para vernos" Desde que se fue de vacaciones que no la veo, hace una semana que volvió y solo nos separan escasas ocho cuadras.
Hace años que no sentía este vértigo laboral. Esta semana va a ser peor. Comenzando nuevamente qué dia? Si... San Valentín(o). Van a ser cuatro días maratónicos. De casa al trabajo, del trabajo a Filo, y de Filo sin escalas al futón. Podría no hacerlo, podría tranquilamente decir que no voy más, que con mi trabajo ya tengo bastante. Pero no lo hago, sigo cubriendo las vacaciones de los demás. Primero porque dí mi palabra, ya desde fines del año pasado me comprometí con los chicos. Y segundo, porque no hay nada mejor para taponar la angustia... que volverse un workaholic. Qué mecanismos de defensa los míos...
La Maga.

febrero 04, 2008

Feliz cumpleaños a mí...

Ella siempre de negro. Rodeada de negro ("Negro el 10, ruleta de la muerte", decía Don Julio), no había que esperar demasiado para que empiece a trabajar en un lugar donde prima el negro, preto, noir, black, schwarz. Marce, lo primero que hizo cuando llegó al trabajo fue decirme feliz cumpleaños (y no, no comí gnocchi). Antes de irme me maquilló, como podrán ver. Es maquillador, y es gracioso trabajar con él, más en este tipo de ambientes que suele ser muy choto todo, muy superficial, muy mala leche. Pero a veces, cuando uno está demasiado tiempo machacando el sentido de la vida, pregunténdose por el vacío existencial, por el dolor constante, un ambiente que te fuerza a estar constantemente aconsejando sobre el bienestar exterior, sobre los tratamientos anti-arrugas, anti-celulitis, anti-cuanta-poronga-se-te-ocurra, equilibra el pensamiento permanente de saltar por una ventana o por alguna abertura del Centro Cultural Borges (qué paradoja, no?). Inhalar perfume todo el santo día no genera ningún tipo de estado opioide, una lástima. Quiero decir, todo esto te despeja la mente, ahora, ni bien salgo del shopping, me atacan los setecientos extranjeros que se frenan a mirar cuanto show de tango y cuanta estatua hay en Florida, y como ya sabemos, hay muchísimas. Hay una en particular, que cada vez que paso, me dan ganas de tocarla. Es la parca. Toda de negro. Con la cara tapada, como buena parca que es. Hay veces que paso muy cerquita y pienso que si la toco, todo se va a desvanecer, como por arte de magia (negra). No sé muy bien las razones de este sentimiento. Sé que si la toco no me voy a morir, sólo forma parte de mis ideas de buena obsesa que soy. Sé que si el arrebato de tirarme del doce aparece, no va a haber un pasaje al acto. A qué viene todo esto? Je ne sais pas. Sólo sé que no sé nada, podría decir, pero se más que los que ni siquiera saben esto. Sólo sé que para el momento en que estoy en el último Castelar, con un libro entre las manos (siempre me procuro los momentos para volver a la duda existencial) y música en mis oídos ya estoy demasiado cansada, con un tanto de sueño y no veo la hora de llegar a casa, cenar, ver alguna película y leer hasta que los anteojos se estampen contra el libro. Quizá en el sueño, si me tiro del doce, vuele, o me despierte por haberme estrolado contra el piso.
La Maga.

enero 10, 2008

Il pleut... Elle pleure...

Es de noche, alrededor de la una de la madrugada. El calor es increíblemente pesado. Estoy tirada en la cama de mi escritorio con la luz del pasillo que apenas lo ilumina. Hay que tener cuidado, ya he tomado todas las medidas precautorias... (chistecito, gordo) medidas preventivas que una buena obsesiva debe tomar. Nada en los enchufes. Quizá por eso no estoy tipeando en la pc, y vuelvo a mi hábito de escribir en un cuaderno obsesivamente cuadriculado, como todos los que poseo. Una persiana a medio bajar muestra los relámpagos violentos que iluminan la ciudad. Joder, un estruendo terrible activa mi eje HPA. Pareciera que el planeta fuera a estallar y él no está para que nos pille juntos. Dudo por el aire acondicionado, también por el ventilador, pero no tengo intenciones de sancocharme. Una estampida y yo pego un salto que ni Galina Chistyakova. Amo la lluvia, podría vivir sin problemas en Seattle sin riesgo de suicidio (o si, pero no por las precipitaciones). Hace aproximadamente dos horas atrás, estábamos con la blonda en el patio de un bar y comenzaba a llover. Definitivamente, no puedo aspirar a un puesto en el Servicio Meteorológico Nacional. "Es una lluviecita de verano" dije mientras las gotas mansas me acicalaban tiernamente. "En cinco minutos para". Así fue. Pero ya en mi morada, la lluvia, furiosa cual caracol descaparazado, se empecinó sádicamente. Final anunciado desde el comienzo. Sigue lloviendo espásticamente y todavía en mis oídos hay una mezcla de gotas suicidas y una chanson française que hace más o menos un año dejo que me torture tranquilamente. Pero ese es otro tema, mejor no hablar (de ciertas cosas), decía Luca. Suena mi celular, sin mirar el identificador digo: "Qué tarde llamaste" una voz tierna responde: "Estas despierta?", "Hace varios días que no puedo dormir" contesto llorando como allá afuera.
La Maga

enero 08, 2008

Pastillas para no soñar


Cómo se ordena una cabeza? Cómo logramos cierta unidad, cuando aluviones de pensamientos logran esquizarnos aun más? Trabajo, una idea, otra idea, por este lado. Estudio, tres materias por aquí, otras dos por allá. Ciclo profesional por un lado, electivas por el otro. Cuándo te recibís? Nunca. No me jodan. Familia. Peleas, apoyo incondicional a la derecha, indiferentes por el otro. Amores. Y esto dónde lo ponemos? Se me ocurre un lugar muy específico. Pero… doloroso. Desde la teoría del Big Bang hasta esta parte, más o menos todos alguna vez hablaron sobre él. Por boca de otros. Citando Shakespeare, Bécquer (poesía eres tú, puaj), Neruda, y tantísimos más (mejores que Bécquer) “Oh, Romeo, Romeo..” la tragedia. La mezcla de amores y odios. Sentimientos parecidos, que convergen vaya a saber dónde, si en la pasión o en la locura. En la salud o en la enfermedad. Ah, no, me equivoqué de discurso. O quizá no tanto. Quién no ha sentido alguna vez que un bicho bolita se metió en la cabeza, y desordenó todo lo que obsesiva y defensivamente venimos ordenando? Es el mismo bichito que hace que des vueltas en la cama sin poder dormir. Que hace que no puedas parar, ni un segundo, que te tortura cual picana, que te muestra cual cartel de neón aquello en lo que no tenés ni mierda de ganas de pensar. Das vueltas, hace calor o frío, en estos casos no importa (Qué carajo importa!!!). Pensás, aunque no quieras. Buscas una explicación lógica, o lo que más se asemeje, aunque de antemano sabés que no la hay. Y si la hubiere, no va a calmar eso que el psicoanálisis tuvo a bien llamar, “paja mental” (me tomé el atrevimiento de escribirlo un tanto más coloquial). Te levantás, o te acomodás en la cama. Los ojos abiertos no como un dos de oros, sino como un cuatro de oros. Te sentís torturado por el método Ludovico. Te torturan los pensamientos un tanto más. A veces pareciera que la noche, esa mitad de la vida que dicen algunos, es donde se la pasa mejor, hace trampa e introduce un dedo por el tracto rectal y te hace una linda colonoscopía, y lo peor, gratis. Logras, de a ratitos, conciliar el sueño, ¿o pesadilla?. Viene el alba con sus gallos, sus autos, su ruido a gente. Te levantás, te mirás en el espejo descifrando si ese rostro que el espejo muestra, si esa imagen patética que devuelve es tu rostro o el de algún personaje de ciencia ficción. Te reconciliás con el extraño que invadió el espejo. Pensás en el libro que se titulaba “Endorfinas, la droga de la felicidad” y le haces una mueca sarcástica a tu imagen patética. Abrís el botiquín y ahí está, “Esta es la droga de la felicidad”, pensás. Hipócrates bendiga la fluoxetina.

enero 01, 2008

Comienza el año..

Hace ya 12 años, allá por el '96, mi hermana Franca se puso de novia con Nicolás. Años después como a veces sucede, su familia integró a mi madre y a mí al clan. A partir del '98, comenzamos a pasar fin de año en Bolivar. Si bien al comienzo eramos varios de este lado de la flia. los que íbamos, luego quedamos mi madre y yo. Pasaron ya nueve años. El años pasado, 'out of the blue' Aurelio y Franco (primos de mi cuñado) decidieron tirar a Feli a la pileta. Lo cual, resumiendo, terminó con mi hermana y Beatriz (madre de los mencionados) en la pileta. Este año llegó un mensaje a un celular diciendo 'Guerra de chistes, el peor, va a la pileta, no jodo' firma Caco (Franco) . Increíblemente fue el primer fin de año en el que tomé bastante, believe it or not, pero sigo siendo una pacata. En fin, las imágenes, dicen, valen más que mil palabras, asi que, aquí va el desenlace de la guerra...





Dos más.. Ricardo y Blas..
Frase de la noche 'Un barco naufragia...' (Ing.Caco dixit) el mejor chiste de la noche...
En algún momento negocié los florentinos para permanecer seca, pero según lo que me contaron, la terna del año que viene incluye a Marinita a Marú, y claro... Scheize!
Buen año para todos aquellos que anden por estos pagos... (dicen que es el año del suricata, a ladrar se ha dicho)
La Maga

El hombre preocupado

Como varios sabrán, y para aquellos que no lo saben, Jóse, solía ser mi jefe cuando trabajé en Funes, un bistró en Ramos que se caracterizó por la excelente música y la deliciosa comida (creaciónes del Chef Ballarati). Unos meses atrás le dediqué una entrada, ya que aparte de cocinar muy bien, posee una gran inteligencia, y un aun mayor sentido del humor, extravagante, podrían decirle algunos, para mí, qué se yo, no me voy a poner a explicar todo, es una chotada andar hablando cual crítico de arte, ya que no lo soy, y.. joder que es tedioso. He pasado largas veladas con Jóse en Funes, lo he comentado, con Jesi y Juan y los otros, a veces. La cuestión es que el 30 a la madrugada me crucé con él, y me dijo que me había envidado un regalo. Yo sin saber que era, le comenté mi extraño amor por "El hombre preocupado". Cuando llego a casa, tarde, casi pasada de revoluciones y con una escasa hora y media de sueño por delante, entré a la casilla para chequear la sorpresa antes de partir, soy así, no podía esperar. Voilà! Lo que están viendo es la sorpresa que me envió. Gracias por los augurios Jó. Nos estamos viendo, y mis deseos para que la tira del presidente sea un éxito. No me gustaría que seas un caricaturista póstumo, no vaya a ser cosa que este hombre se me ande preocupando por demás.
Besos Jóse, claro, el piloto..
La Maga

Para más Jóse haga click aquí Diario casi íntimo de Jose