La Física del Infierno

Títulos como este, suelen emerger en charlas pasadas las siete. En un balcón entre mates, Beatles y la guitarra de Jó. Por qué no también, entre intentos medio fallidos de Climbing up y Sozinho.

Esta noche se ha discutido la teoría josedamiana sobre los sucesos que acontecen en el infierno. Por ejemplo: la gente que lo habita está mostrándote fotos de sus hijos todo el tiempo. Non stop.

Mi pregunta al renombrado Dr. fue si en el infierno sólo sucedía esto. Su respuesta fue más que interesante. No. Es más que imprescindible remarcar mi asombro ante tal respuesta. El primer enunciado dictaba que sucedía Todo el tiempo. Si sucede todo el tiempo no hay lugar para otras acciones; por una cuestión de estricta y pulimentada lógica. Claro, por un momento olvidé que estaba manteniendo una charla con el físico más brillante de la República Josedamiana. De más está decir que su respuesta fue excelsa. Simple y concisa. Me contestó: Lic. no piense en términos de la física mundana. A lo que pregunté: Usted dice que hay una física del Infierno? Claro, si usted pensara el hecho a través de la física comunacha (sic), tendría razón en concluir que no hay lugar para otra cuestión que no fuera la exposición continua de fotos de infantes.

Vendría a ser algo parecido a la hipótesis del Multiverso, pero aplicada al infierno. Reduccionistamente hablando. Entonces Garcin no estaba tan errado al reproducir las palabras de Sartre; L'enfer c'est les Autres.

Volviendo al tema. El Dr. explicó que así como la materia obedece al principio de exclusión de Pauli en la tierra, en el Infierno - sostiene- la materia sería penetrable (hubo varias discrepancias sobre el asunto, que no se desarrollarán aquí para no perder respetabilidad). Todo esto me trajo imágenes del Chaco. Por lo cual, él propone que si la materia puede ser penetrada, dos sucesos pueden acontecer al mismo tiempo, y dos cuerpos pueden situarse en el mismo lugar. Se abrió el debate, volaron sillas, se armaron grupos pro y contra la penetrabilidad. Con los ánimos calmos se dio por finalizada la charla. Me acerqué al Dr. y continuamos debatiendo sobre el tema. En algún momento comenté algo sobre la onda y la partícula. Con una sorpresa que me sorprendió, exclamó:

-Usted conoce sobre la onda y la partícula?!

- Sí, qué le extraña?

- Que su disciplina está muy lejos de la física. No debería saberlo.

- Y que mi disciplina esté lejos implica necesariamente que no me interese la física, Dr.?

- Bueno, no..

- No puede interesarme la teoría de cuerdas o la ecuación de Schrödinger?

En el trayecto que nos llevaba hacia la salida le agradecí por su ideas iluminadoras y discutimos un poco más sobre las disciplinas alejadas. Le pedí permiso para reproducir algunas de sus ideas y que me contara cuál fue la inspiración a semejante teoría. Me comentó que las ideas surgen en cualquier lugar - el Dr. es humilde como pocos y por sobre todo muy sociable- en este caso sucedió en un bar de Palermo donde se puso a desarrollar la misma hablando con una muchacha a la cual no tenía intenciones de levantarse.

La Maga