Flor y Marcelito, los otros integrantes de este maravilloso ménage à trois. Vinieron el domingo, pasado el mediodía para estudiar. Menos de un día. Tres caraduras. Pero los tres nos entendemos. Hay una dialéctica particular entre los tres, "una dialéctica de imán y limadura, de ataque y defensa, de pelota y pared" diría mi Julio. Marcelito siempre con su discurso revolucionario (aunque no lo tengas, me seguis debiendo 'El Estado y la revolución'), te quiero igual Pelado, aunque me quemes la cabeza. En este caso era permitido, en Educacional se podía permitir tal discurso, y creo, si no es seguro, que los tres en nuestros respectivos finales hablamos sobre la política educativa. Marce a la cabeza, está claro. Flor, mi querida Flor. Sos... sos la que por todos los medios posibles golpea a mi Super-yo, cariñosamente, por lo menos para que no hinche las pelotas mientras estamos estudiando (y después tambien). Te prometo, que si algún día escribo, el primer artículo estará basado en tu frase. Para los que no saben, la frase es la expuesta más arriba. La que pone a nuestro querido Lacan en posición de Dios. Mire, mientras no se me haga una asquerosa ortodoxa cual Opus Dei, cual EOL, estamos bárbaro, ya si se anda mitificando, tenga cuidado, me haré cargo de criticarla vastamente. Pero te quiero chiqui, y desde ya, te espero en Enero para que convivamos, para darnos el espacio que nos venimos prometiendo desde que empezamos el segundo cuatrimestre. Sin apuntes, sin finales, ni parciales, ni casquete que denote aislamiento. Películas y música, y cafés y mate bien cebado (por una vez, una aunque más no sea) y balcón y charlas, eternas charlas. Ya vendrán, falta poco. Para aquellos que no entienden el por qué de la foto les comento. Mientras estudiamos, solemos pelotudear bastante, más aun cuando tenemos sueño, y nos andamos gritando de cuarto a cuarto pelotudeces antes de irnos a dormir. "Marce" "Qué?" "Comela". Pobre, no entiendo cómo nos soporta. Quizá por la razón que nos ha contado la madrugada del lunes cuando les pregunté al pasar, "Qué harían si por un día fueran del sexo opuesto?" Flo, me mató el picadito, te llamo si cambiamos el mismo día, Marce, seguí pensando. Más allá de todo, nadie lo obliga a estudiar con nosotras, él viene solito, así que, si es masoquista, problema de su estructura obsesiva (Marce, la masoca es la histérica). Alors, vuelvo, Flo tiró genialmente la de Lacan, ante mi pregunta de Vigotsky, Marce se ha lucido con su respuesta. Las otras frases pelotudas las dije yo, qué se le va a hacer, no soy tan ocurrente como ellos, soy un tanto más catastrófica y sarcástica. Faltó escribir una: "Basta de procrastinación" (eso va para los tres). Bien, será hasta nuestra próxima reunión el año que viene, eso si, Marce, te lo he dicho el sábado y lo que dejo asentado para que conste en actas, no me llames un día antes, y no vengas con los lloriqueos femeninos (dejanos algo), porque la próxima "Mirá que te tiro del 12". Vale aclarar, aprobamos los tres. Gracias a Bendersky, Chardón y no sé quien le tomó el final a Marce, pero gracias. Y gracias a ustedes chicos por venir y soportar mis amenazas.
Hasta el próximo ménage.
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