Agazapado..

Me miras a lo lejos, tus ojos de a poco van midiendo la distancia que habría que recorrer. Estas ahí, agazapado... Esperando... Una sensación recorre todo mi cuerpo.. Frío sudor. Rush de adrenalina. No sé si salir corriendo.. Me alcanzarías haciendo solo dos pasos, no necesitas más. De raza: felino hogareño, más que indefenso, que tranquilamente cabe bajo una de tus garras. Yo solo pasaba por ahi. No molestaba a nadie, no quiero, molestar a nadie.
A que es tanto miedo? Me sigo preguntando cuan malo podría ser morir tan joven, tan chiquita, tan inexperta. Todo tiene su ciclo. Tal vez el mío se haya completado. Si no supe como evitar esta situación, quizá, sea una señal, la supervivencia del más apto, del más capaz, del más ágil, del más manchado, del más grande. Yo, gatita blanca con manchas negras, casi un conejo, presa fácil en medio de una manada de estos seres que pasan desapercibidos en plena noche. Yo un semáforo, un cartel de neón, un cartel de Mc Donald's en pleno desierto, un delivery a las 4 de la mañana de un martes 1º de Mayo. Se entiende. Es mi fin. No hay angustia. No hay arrepentimiento. Veo tus ojos y lo sé. No hay flashback al pasado. Nos han mentido. House of Liberace in the middle of Fuerte Apache. Que chances había. 0.
Como explicarlo? La adrenalina ya se disipó. Ya no siento el sudor seco recorriendome. No tengo miedo. Veo tus ojos y solo hay comprensión. Es la cadena, sos un depredador y yo tu presa. I embrace it. I assume it. I'm honoured. Your huge, not so clean, teeths are waiting. Drewling. Te estas relamiendo. Tu pequeño antipasto esta delante tuyo. Y no lo vas a compartir con nadie. Cierro mis felinos ojos, aguardando el desgarro. El pelaje lacerado. La sangre manando tibia, tu aperitivo, quitando tu sed. Es cuasi sensual, lascivo, a bit of a snuff theater. Aguardo con placer, el acto que precede mi muerte anunciada. (Me siento Santiago Nasar).
Sigo esperando... y espero... mucho.. Cansada ya de esperar tus dientes royendo ahincadamente mi tierno cuerpo, abro los ojos. Y te encuentro.
Tu boca llena de sangre. El éxtasis de tus ojos flotando tiernamente en el aire. Un gatito negro desmigajándose entre tus garras. Tu antipasto casi finiquitado. Mis ojos nublados llenos de lágrimas. Un zarpazo tuyo me dolería menos que esa imagen. Me dolería menos que tus dientes me desgarracen cada célula, cada centímetro de mis huesos.
En plena selva tropical, buscaré el camino a casa. Pensando que la muerte no era lo más temido. Sino que tus ojos dejen de mirarme a mi, para mirar al gatito negro.