abril 24, 2007

The hardest pill to swallow.. Ever...


A veces duele, a veces no tanto. A veces, uno recuerda. A veces, a uno le pasa desapercibido después de tantos años. Mientras escribo las lágrimas fluyen. Malditos sean los capítulos de Grey's Anatomy. Como será esto de la cabeza, no? Uno cree que nunca va a pasar. Pero pasa. Todo pasa. Pero uno quiere seguir arraigado a eso. Le molesta olvidarse. Le molesta que la vida siga su curso. Es como si quisiéramos que de vez en cuando una mini picana nos diga que hay que sentir dolor por eso. Y aunque lo sintamos, pensamos que a veces no es suficiente. Como si el dolor fuera una prueba de que todavía está ahí. Que tenemos que sentir más del que podemos llegar a sentir después de tantos años.
Eso si. Hay ciertas situaciones, en que por alguna razón, todo eso que uno cree que no está, nos derriba cual alud. Nos deja girando, ya ni siquiera sobre nuestro propio eje. El eje se corrío. Y ahora? Donde nos apoyamos? A donde caer? Un vertiginoso abismo parece abrirse ante nosotros. Una vez tuve un sueño parecido a eso. Tambien soñé que el ascensor hacia caida libre. Como en la canción de Mariel y el Capitan. Una sensación en el estomago parecida a las náuseas. A una piedra que te va tirando para abajo como una plomada.
A veces me pregunto por ciertos hábitos que tenía cuando él se fué. Hábitos que hoy recuerdo y parecen estúpidos. Lo parecían en su momento también. Parecia una nena loca. Como las cosas se diluyen con el tiempo. No? Tal vez de eso se trate el duelo. Una tumba. Un lugar donde llorar. Cosa que yo no tengo. Tengo un recuerdo gris. Unos besos en las manos frías con los ojos bendados antes de partir. Frases. Amigos sosteniendo mi cuerpo sin peso. Una ambulancia con la licuadora prendida, pero sin sirena. Mamá recostada a su lado, como si durmieran una noche más juntos. Para muchos, 'que locura', para mi, una de las demostraciones de amor mas fuerte y genuina que vi en mi vida. La más fuerte. La más dolorosa también.
El dolor es un signo de que algo siente, de que algo vive. Una respuesta del cuerpo. Como el rush de adrenalina. El dolor esta ahi, latente. Esperando. Pero esta. Estoy. Lo siento. Por qué a veces duele tanto y a veces tan poco? Por qué cuando duele tanto es como si ya no bastara el espacio físico del cuerpo, sintiendo que uno va a explotar? Pocas cosas quedan con el tiempo. Yo tengo su nariz, su lunar en el dedo del pie. Cosas que tal vez yo no veo, pero mamá me las puede contar. Tengo en cada libro nuevo que empiezo a leer, su presencia, su didáctica al enseñarme. Tengo 23 cromosomas de él. Tengo su sangre. Tengo sus manos. Tengo su apellido.Tengo a sus hijas de hermanas, y a su esposa de madre. No sé, si de los tres robles plantados en la puerta de la casa de sus sueños, el más pequeño haya salido lo suficientemente fuerte, pero sigue acá.
La Maga

Foto: Tumba de Julio Cortazar en el cementerio de Montparnasse, Paris. Más arriba, pero ausente en esta foto, la tumba de Carol Dunlop. Su esposa y fiel osita, la cual lo precedió en la partida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maga te quiero. Y como lo sentimos una vez en el restaurant... él siempre está presente.